Carta de David a Goliat : Touro y O Pino son dos municipios gallegos geográficamente situados a las puertas de la capital gallega de Santiago, en ellos vivimos casi 9000 personas. Por nuestros municipios discurre la etapa del Camino a Santiago del Camino Francés en su último tramo antes de llegar a la ciudad del Apóstol, desde Ferreiros hasta Amenal, apenas 20 km nos separan de la capital de Galicia.
La frontera sur de Touro con la provincia de Pontevedra, es el río Ulla, la segunda cuenca hidrográfica más importante de Galicia entrando a formar parte en este tramo de la Red Natura 2000 hasta su desembocadura a unos 60 km en la riquísima Ría turística y marisquera de Arousa.
Esta situación y nuestro entorno natural ha ido configurando nuestra economía y nuestros modos de vida centrados en el sector turístico, la agricultura, la ganadería, las industrias agroalimentarias, las empresas vinculadas al sector servicios, turismo, comercio, hostelería y también al forestal, todo ello en estrecha armonía con el medio que nos rodea.
Somos despensa de alimentos naturales y también somos lugar de descanso, disfrute y acogida con una economía sostenible, generadora de empleo en sintonía con el medio natural, cultural y patrimonial en el que vivimos, cuidando y manteniendo nuestras tradiciones de generación en generación, no en vano somos cuna de atranques de los Generales del Ulla en tiempos de Carnaval.
Hemos sabido crecer y generar economía cuidando nuestro medio, y podemos decir que nuestra comarca, aún en tiempos de pandemia ha mantenido unos niveles de desempleo por debajo del 10%.
No podemos por tanto decir que nuestros municipios sean una zona deprimida, a pesar de los intereses creados alrededor de la apertura de una mina a cielo abierto en nuestros territorios, que así lo quieren hacer ver.
Asistimos, con intensidad desde hace 4 años, desde nuestro territorio a un despliegue de medios a favor de la minería que dejó su actividad hace más de 30 años aquí, con unos pasivos medioambientales gravísimos en las aguas y las tierras. Este despliegue de medios a favor de la minería no se centran en la restauración medioambiental, no. Con grandes apoyos, de fondos europeos incluso, pugnan por hacer visible una actividad minera en un entorno que únicamente conocen en sus cuentas de resultados y los dividendos que les pueda generar. Se toman la libertad de imponernos un discurso que mediaticamente cale en la sociedad a cuenta de repetirlo una y otra vez, con grandes campañas publicitarias, de patrocinios deportivos, jornadas de lavado de cara hacia una pretendida y falta licencia social.
Nos preguntamos, desde nuestro día a día, cuando cesará su empeño y nos convencemos que no parece tener fin. Lo que no quieren aceptar es que nuestra sociedad y las leyes ya han hablado, claro y algo. Con dos grandes manifestaciones en Touro y en Santigo llenando la Plaza del Obradoiro y con una DIA- Declaración de Impacto Ambiental- negativa y una Resolución que confirma la denegación de un proyecto totalmente inviable e insostenible legalmente y socialmente rechazado por más de 150 organizaciones de todos los ámbitos sociales, 45 ayuntamientos de todos los colores políticos y 2 Diputaciones Provinciales. No entendemos la desfachatez de querer imponer a golpe de talonario lo que legalmente no es posible y socialmente inaceptable.